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Iniciativas

 

5º Encuentro de migrantes en Chile

Ricardo Jímenez, 8 de septiembre de 2009

POR LOS DERECHOS A LA CIUDADANÍA Y POR LA INTEGRACIÓN REGIONAL - 23 de Octubre de 2009

Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados en Santiago. Santiago de Chile (Compañía N°1131)

La Secretaría Ciudadana de Migrantes en Chile, el Departamento de Diversidad y No Discriminación de la DOS del Gobierno de Chile, el Programa Andino para la Dignidad Humana PROANDES, la Corporación AYUN, el Grito de los Excluidos, la Asamblea Ciudadana Cono Sur, la Red de Responsabilidades Humanas, y el Proyecto Carta Mundial de Migrantes

Tienen el agrado de invitar a todos/as los interesados, al “V Encuentro de Migrantes en Chile,” que se llevará a cabo el día Viernes 23 de Octubre de 2.009, entre las 8:30 y 14:30 horas, en la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputados en Santiago, ubicado en Compañía Nº 1131, esquina con Bandera.

Convocados por la sociedad civil en conjunto con entidades públicas (Cámara de Diputados: 2000 y 2003; Senado: 2005; DOS del Gobierno Chileno: 2008), estos Encuentros se caracterizan por la participación amplia e incluyente de todos los actores involucrados en el tratamiento de los flujos migratorios: migrantes, autoridades públicas, diplomáticos, consulares, académicos y todos los/as interesados en el tema, quienes pueden participar en los diálogos, en la perspectiva de fortalecer este proceso de Foro Permanente de Migraciones en Chile, que contribuya al ejercicio de derechos ciudadanos de los/as migrantes y a la integración regional.

Organizan



Convocan

Periódico Contigo Perú – Asociación de Exiliados Peruanos - Asociación Colombiana Siglo XXI – Sindicato Asamblea de Trabajadores Migrantes SIATRAM – Instituto de la Mujer – IMAGINACCIÓN – Bolivianos Residentes en Chile -

Apoyan

Ministerio Secretaría General de Gobierno – Ministerio del Interior

Todos/as somos migrantes en algún lugar de la tierra. Ninguna persona es ilegal

secretaria.migrantes@gmail.com



¿POR QUÉ UN V ENCUENTRO DE MIGRANTES?

Ricardo Jiménez A.·

“Los limites de nuestro amor, no deben ser los matorrales que encercan nuestro jardín ni los muros que rodean nuestras casas ni las montañas o mares que bordean nuestros países. A partir de hoy nuestra patria debe ser el universo” Flora Tristán, 1835

Contexto

Aunque la migración internacional está casi en la definición misma de los seres humanos1 y ha sido una constante en su historia, la inusitada relevancia con que se presenta en el contexto actual, lleva a calificarla como un fenómeno emergente. La visible desigualdad del desarrollo mundial al interior de los países y entre países, su "enormidad, persistencia y notoriedad"2, al tiempo que la disponibilidad y acceso a los medios tecnológicos comunicacionales para saber de, y trasladarse al lugar donde la aspiración de vivir, sobrevivir o mejorar la calidad de vida puede realizarse, hacen compulsiva3 la migración mundial actual para millones de personas. La magnitud de migrantes internacionales en el mundo se ha más que duplicado desde los 75 millones en el año 1.965 hasta superar los 200 millones en la actualidad, según datos de la Cumbre del Milenio. De ellos, cerca de 53 millones se encuentran en las Américas. Conjuntamente, ha aumentado el número de países emisores, de tránsito y receptores (muchos de triple carácter, como Chile), haciendo más masivo el fenómeno y afectando virtualmente a todo el planeta.

Los objetivos fundamentales, de largo plazo, de desarrollo equitativo y superación de las inequidades y pobreza, fortalecimiento de la democracia con ciudadanías responsables y activas, implican necesariamente la constitución de actores sociales fuertes y autónomos. Imponen la necesidad de fortalecer a los grupos y sectores vulnerables para que sean ellos mismos quienes den sustentabilidad a su desarrollo y promoción, como actores con igualdad de derechos y oportunidades.

Uno de estos grupos o sectores vulnerables de mayor emergencia y creciente importancia numérica y social en todos los países, como representativos actores de los procesos y transformaciones globales en curso, son los migrantes, quienes constituyen, simultáneamente, parte consustancial de las nuevas realidades mundiales y también una expresión emblemática de sus contradicciones y desafíos.

Ellos están cambiando de hecho la forma de pensar y vivir la democracia y la cultura, son embriones de construcción de la nueva ciudadanía, primero bi y después multinacional, finalmente universal, basada en una creciente pluri identidad. Son portadores de las nuevas realidades y exigencias, empezando por sus países de origen, tránsito y destino, a los que aportan además, y contra numerosos obstáculos e incomprensiones, como dobles o múltiples agentes de desarrollo.

Por ello, el abordaje de los problemas, iniquidades, vulnerabilidades y riesgos propios de la situación de estos sectores emergentes, en su proceso de inserción, adaptación e integración social a la nueva sociedad receptora, constituyen una imprescindible actualización en la sociedad de hoy de aquellos objetivos fundamentales de largo plazo.

Se trata de un flujo mundial de personas cuya magnitud se ha triplicado en las últimas cuatro décadas, alcanzando, según las cifras más conservadoras, cerca de 200 millones. Y Chile forma parte de este flujo de personas y nuevas exigencias.

Los Estados, cada vez más sometidos a la triple dimensión de emisores, receptores y de tránsito migratorio, buscan nuevas formas de abordajes inclusivos y de diplomacia “social” que aborden estos acuciantes desafíos, así como de atención consular de sus connacionales en el exterior que superen la tradicional función puramente notarial, de trámites que la han caracterizado.

La empresa privada, por su parte, de directa interacción con los mercados de trabajo y los flujos migratorios de trabajadores migrantes, así como en el inmenso y creciente flujo de las remesas, a sus familias y países de origen, aparece también como un actor necesario para el logro de nuevos abordajes más eficientes e integradores de la movilidad humana, inscritos en la “Responsabilidad Social Empresarial” desarrollada por las Naciones Unidas.

En la agenda internacional, un emergente conjunto de entidades, pronunciamientos, mandatos y normativas encuentra su más alta expresión en los acuerdos y pactos internacionales de Naciones Unidas. Ello es muestra del consenso generalizado respecto de la urgencia en implementar una serie de iniciativas, legislaciones, acuerdos, programas y convenios que den mejor tratamiento a las necesidades y demandas de las comunidades inmigrantes para su mejor integración a las sociedades receptoras, en el marco del pleno ejercicio de sus Derechos Humanos y su participación ciudadana; así como para potenciarlos como factor de desarrollo e integración regional sustentable.

En este proceso, la articulación e inclusión de las organizaciones de la sociedad civil, particularmente de los propios migrantes, y también de entidades y comunidades académicas, con organismos públicos, consulares y organismos internacionales especialmente creados y mandatados para el abordaje de la migración, resulta una condición imprescindible para compartir, discutir y hacer eficaces el desarrollo de investigaciones, reflexiones, propuestas e intervenciones.

En Chile

En el contexto globalizador en marcha, Chile se ha convertido en un nuevo “polo de atracción” para migrantes de países de la región desde hace ya dos décadas.4 Aún cuando ello ha estado sujeto a vaivenes de la economía nacional, sigue siendo percibido comparativamente a los países vecinos del área andina como un país con mayor estabilidad económica y política, así como con mayores estándares de desarrollo, especialmente de consumo de bienes y servicios. Adicionalmente, presenta también un estado de transición demográfica comparativamente más avanzado, según los estándares internacionales, caracterizado por el envejecimiento de la población y la reducción de las tasas de crecimiento poblacional y natalidad, las cuales disminuyen desde la década de 1.960 y se proyecta que alcanzaran un virtual estancamiento (0,4%) en el año 2050, al tiempo que crecerá el segmento de poblacional adulta mayor en edad no laboral (de un 10% actual hasta un 24%).5

Viviendo actualmente una inmigración que representa su mayor magnitud absoluta (cerca de 320.000, y del 2% de la población total) y su mayor crecimiento intercensal de su historia (75% de 1992 a 2002).6 A 4 años del censo, las estimaciones oficiales consideraban todavía en aumento el número de inmigrantes. Conjuntamente, cuenta hoy con al menos cerca de 500.000 emigrados en el mundo.

Estimaciones oficiales –consideradas moderadas por muchos actores civiles- elevan el número de irregulares a más de 7.000, de ellos al menos la mitad serían peruanos, cuya comunidad inmigrante es la de mayor y más creciente magnitud actual (ha crecido un estimado del 25% entre 2002 y 2007, alcanzando al 26% del total de inmigrantes, con cerca de 100.000 en la actualidad). A ello se suman los “retornados” chilenos del exterior, quienes viven muchos de los problemas asociados a la movilidad. Y un flujo menor pero significativo socialmente de “refugiados” que huyen de persecuciones ideológicas en sus países de origen. Y cuyo flujo se muestra creciente, tanto en cantidad (cerca de un millar cuentan con el estatus otorgado por el estado chileno, y centenares están en calidad de solicitantes) como en la extensión de los países de procedencia (la mayoría de América Latina, especialmente Colombia, y en menor grado Ahití, pero también de Palestina, África y Asia).

Las inmigrantes responden en general a una estrategia de sobreviviencia propia y de los hijos (en menor grado, al refugio político7). 85% de mujeres peruanas son madres, aún sin parejas, con al menos un hijo en el país de origen o de destino.

Colombianos (cerca de 7.000) son los de más acelerado crecimiento en los últimos 3 años. Bolivianos (cerca de 14.000) y ecuatorianos (cerca de 12.000) aparecen altamente concentrados en la Primera y Segunda regiones del país, correspondiente a la frontera norte, donde hay gran circulación diaria o estacional de faenas agrícolas y comerciales. Bolivianos tienen como destino preferente Tarapacá en un 46,2%

La composición por edad refleja alto componente laboral (60% tienen entre 15 y 44 años). Particularmente atingentes a su articulación con la educación, es el hecho de que alrededor de un 20% del total de inmigrantes son jóvenes menores de 15 años, más de 25.000 niños y niñas en edad de acceder a algún nivel educacional, primario o secundario

En la frontera norte del país, un sector importante de migrantes bolivianos y peruanos, mantiene actividades agro pastoriles y comerciales, periódicas o estaciónales, de transhumancia entre Chile, Bolivia y Perú. Tras ella, existe un sustento étnico cultural ancestral, expresado en la existencia de familias y parentelas con componentes bi o tri nacionales.

Es el caso de las poblaciones aymaras que transitan entre los valles precordilleranos fronterizos, como Pica, Camiña, Azapa y Lluta, o que comercian en los mercados de Arica y Tacna. Zonas donde existen colegios chilenos que reciben alumnos de Perú y Bolivia, quienes transitan periódica o estacionalmente entre las fronteras de estos países, y cuya inclusión plantea importantes desafíos al sistema público chileno, especialmente en la localidad; ya sea para el acceso, por la falta de medios de transporte y comunicación adecuados, y por la presencia de irregularidad documentaria en contexto de fronteras difusas; o por la inexistencia o insuficiencia de una política y práctica intercultural educativa.

Particularmente preocupantes son las evidencias de esta relación perversa entre inmigración, precariedad y vulneración de derechos, en la primera región, especialmente en atención a su directa relación con el ámbito del ejercicio de los derechos a la educación. La región descendió del primer lugar en menor analfabetismo al tercero en 10 años, desde 1990 a 2000, en razón del aumento del analfabetismo en las zonas rurales, el mayor de todo el país en estas zonas. Dato que puede relacionarse con el alto índice en esta región de inmigración, periódica, estacional o permanente centrada en las actividades agro pastoriles o de comercio; así lo muestra el censo del año 2002 de Chile que muestra un 26 % de bolivianos en Chile dedicados a esta actividad, sumado a un 61% dedicado al comercio, el otro gran rubro de inserción laboral en la primera región, considerando además que cerca de la mitad del total de bolivianos en Chile residen en esta región.

Asimismo, resulta alarmante que un informe oficial del Estado chileno constate estas relaciones perversas, no como una vulneración de derechos en general y a la educación en particular para los inmigrantes, debido a la carencia o insuficiencia de políticas adecuadas, sino como un “retroceso regional” “atribuible a los inmigrantes”: “Otros indicadores socioeconómicos que han supuestos cambios en la tendencia regional en relación con el resto del país y que pueden atribuirse total o parcialmente a la inmigración, son: El educacional, que ha registrado un estancamiento en la región y un retroceso en las zonas rurales, y la pobreza, donde se observan mayores niveles a los históricos para la región”.8

En suma, se trata de una migración de nuevo tipo,9 reciente y en curso, en su mayoría mujeres y con motivación laboral, insertos en labores de baja calificación, muchas veces segmentados geográfica y socialmente, o concentrados en “bolsones” de pobreza, la cual presenta riesgos y vulnerabilidades específicas que entroncan con discriminaciones de carácter histórico y/o inéditas, propias de los nuevos contextos de acelerada modernización: racismo, xenofobia, sexismo, indocumentación, abusos laborales, discriminación en los medios de comunicación masivos, estigmatización de los refugiados, etc.; todas las cuales se traducen en ingentes necesidades y demandas, tanto institucionales y normativas, como de intervención socioeconómica e intercultural.

Conjuntamente, entregan imprescindibles aportes económicos, políticos y culturales, en todos los ámbitos, especialmente como dimensión humana de la integración regional en marcha. Cerca de 15.000 inmigrantes ejercen sus derechos como electores en votaciones de Chile y se estima que otros/as 60.000 más pueden hacerlo (tienen más de cinco años de residencia legal permanente en el país), pero no lo saben.

El V Encuentro

Este país, por primera e inédita vez, debe enfrentar una creciente inmigración de nuevo tipo, vecinal, laboral y espontánea, fenómeno que hace necesario y anticipador realizar intervenciones eficaces tanto para actualizar las políticas públicas, haciéndolas incluyentes, como para desarrollar el capital social de los/as inmigrantes y fortalecerlos como actores autónomos para su integración social plena a la sociedad receptora, en igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades.

En este cuadro de enormes desafíos y grandes oportunidades que impone y brinda la migración, especialmente en lo tocante a la plena ciudadanía de los/as migrantes y a la dimensión humana de la integración regional que representa, resulta urgente e imprescindible generar un dialogo amplio e incluyente que permita respuestas viables y deseables a las realidades migratorias que hoy atraviesan a la sociedad chilena y regional.

Para dar un aporte sustantivo a este objetivo, una red de organizaciones de la sociedad civil en conjunto entidades públicas, realizamos el “V Encuentro Nacional de Migrantes en Chile. 2009”. Destinado a desarrollar un encuentro amplio e incluyente entre todos los actores, públicos, civiles, consulares e internacionales, interesados en los fenómenos migratorios de Chile y la región, para el intercambio de información, debate y reflexión, que enriquezca una visión de conjunto, para el abordaje viable y deseable de los mismos, especialmente en relación a la plena ciudadanía de los/as migrantes y su interacción con la integración regional y la responsabilidad de los estados.

Para constituir un espacio de encuentro, diálogo e intercambio de conocimiento y relación personal de diversos actores vinculados al tema migratorio: legisladores, especialistas, académicos, funcionarios consulares, públicos, de agencias y entidades internacionales, miembros de asociaciones de inmigrantes y ciudadanos en general.

Visibilizar e informar a la sociedad chilena y regional en su conjunto sobre las buenas prácticas e iniciativas públicas y civiles para un mejor abordaje de fenómenos migratorios y su interacción con la ciudadanía, la integración regional y la responsabilidad de los Estados.

Generar acuerdos entre los diversos actores participantes para la constitución de una agenda conjunta de intervenciones para el país y la región que ayuden a un mejor abordaje de los fenómenos migratorios.

Para todo, los/as esperamos en el V Encuentro de Migrantes en Chile.