Perspectivas
Los debates de Iquique hicieron surgir temas emergentes, nuevos lazos y perspectivas que compartimos en esta misma sección.
Asamblea de Iquique, un hito en el camino de responsabilidad y ciudadanía
Equipo de coordinación , 12 de noviembre de 2010
Evaluación preliminar
Hemos preferido hablar de cosas imposibles
porque de lo posible se sabe demasiado
Con la serenidad y el descanso de estar a algunos meses de distancia de nuestra Primera Asamblea de Iquique en noviembre, hemos creído conveniente como Coordinación General hacerles llegar algunas reflexiones muy breves y esenciales a modo de evaluación. Se trata de ideas gruesas hechas en la perspectiva de la Asamblea Ciudadana del Cono Sur como un instrumento que aporta a la construcción de ciudadanía para una nueva gobernanza. Más detallado y extenso es el registro y sistematización que adjuntamos (planilla de consulta y mapa conceptual) y que realizó nuestro compañero Francois Soulard en consulta colectiva a todos/as nosotros/as. Con ello, cerramos apenas una etapa inicial del camino, para seguir luchando y soñando.
Reconocemos y valoramos la convocatoria amplia y diversa, la construcción paciente de equipos, voluntades y confianzas, que hicieron posible el titánico encuentro y sus muchas actividades, el encuentro fraterno y crucial con hermanos de las Asambleas del mundo, los esfuerzos y sacrificios que sostuvieron ejemplarmente las comunicaciones y los talleres, a pesar de enormes limitaciones y dificultades. Guardamos en la memoria, como insumo de liberación fundamental los muchos momentos emotivos vividos, el contacto con las tragedias y heroísmos de nuestros pueblos, con nuestros saberes y espiritualidad ancestral y permanente. Tomamos notas de las conclusiones, reflexiones y propuestas que enriquecen nuestros discursos y programas hacia la emancipación integral. Y estamos felices de las relaciones, redes, iniciativas y acciones específicas y particulares temáticas que se generaron a partir de la Asamblea de Iquique en noviembre, incluyendo los muchos lazos de amistad y compañerismo que se gestaron. Todo ello alimenta los siguientes pasos del camino. Sin embargo, buscamos aquí enfatizar en nuestras experiencias de aprendizaje para corregir y mejorar el andar. Casi en todos los casos, las fortalezas de nuestra Asamblea de Iquique son al mismo tiempo sus debilidades, en sentido que sus logros tensaron al límite los esfuerzos y capacidades. Exponemos aquí algunos de los ejemplos más relevantes:
I.- Lo inédito como necesidad de creación y necesario aprendizaje
En primer lugar, es necesario reafirmar el carácter inédito, creativo, de la Asamblea como proceso en general y como encuentro de Iquique en noviembre en particular, el cual obedece a su objetivo central: aportar a una nueva ciudadanía para una nueva gobernanza, plural, responsable, justa, ambiental, continentalista y plurinacional, a partir de los específicos desafíos comunes de la región del Cono Sur y en estrecho diálogo con los procesos hermanos de Asambleas en el mundo. Y nuestra Asamblea de Iquique, en lo medular, fue un hecho importante e inédito, consecuente con esta construcción, y que constituye apenas un primer hito, del todo mejorable, en ese camino de creación, y eso es lo más rescatable y decisivo desde nuestra perspectiva.
Conjuntamente, de ese objetivo fundamental de creación inédita surge ineludiblemente también su necesario carácter de aprendizaje, de camino que se hace y reflexiona al andar. Antes que nada, es y debe ser auto reflexión colectiva.
- El esfuerzo logístico máximo nos desgastó más allá de lo aconsejable.
Llevar cerca de 250 compañeros/as desde cuatro países a una ciudad a miles de kilómetros de distancia, es en sí mismo un logro y una fortaleza, pero conspiró objetivamente, tanto en la capacidad de responder de mejor manera a los requerimientos del programa de la Asamblea, como para la participación de las delegaciones que sufrieron un viaje a veces penoso. La búsqueda de una mayor inclusión y el fuerte compromiso de trabajo motivaron y animaron ese esfuerzo y constituyen un capital de la Asamblea. Y en lo medular, el programa de actividades, que era ambicioso y diverso, se cumplió en su totalidad. Pero también nos llevaron en varios momentos y casos al límite de nuestras capacidades y deficiencias, y conspiró de hecho contra una buena participación.
- El esfuerzo de inclusión nos desdibujó hasta cierto punto.
Buscamos apartarnos del formato Foro Social, donde se incluye ampliamente, sin restricciones a todos los interesados, cada cual va y realiza o participativa en actividades numerosas pero casi sin conexión unas con otras, es decir, desarticulados. Por el contrario, nosotros hemos apostado por la selectividad, por el trabajo previo que articula y desarrolla confianzas en el tiempo como sustento de los encuentros. Sin embargo, en esta ocasión, resultó inevitable una inclusión más allá de esos criterios. Las propias delegaciones se conformaron en varios casos con compañeros/as, más bien recientes en el proceso Asamblea, incluso en algunos casos con “invitados personales” que sólo conocieron la Asamblea al momento de participar en Iquique, y que coincidentemente son los que plantearon mayores críticas, en ocasiones por ignorar cosas explícitamente planteadas en documentos previos de los que no sabían ni habían leído, a pesar de las indicaciones recurrentes para ello. Sólo en el mismo Iquique resultó inevitable incorporar decenas de compañeros/as iquiqueños/as, que nos apoyaron para suplir deficiencias logísticas internas, por lo cual estamos muy agradecidos y felices de haberlos encontrado, pero ello implicó también que de entrada se superará el máximo de materiales contemplados para 300 delegados sólo el primer día de Asamblea y siguieron las exigencias por ese material los días siguientes. Esto es en sí mismo un logro de convocatoria y muestra de nuestro ánimo de inclusión, pero objetivamente contribuyó a desdibujar las discusiones y los intercambios, e incluso en contados casos a plantear dudas que restaron tiempo a los objetivos centrales de la Asamblea.
- La Asamblea es un proceso colectivo, pero también es un proyecto histórico con una estructura organizativa y unos recursos mínimos basados en la confianza.
En conjunción con los elementos anteriores, se reveló una dualidad compleja. La Asamblea es simultáneamente un proceso colectivo, una red de redes y un conjunto de actividades e iniciativas, pero también un proyecto histórico con una estructura organizativa y unos recursos mínimos basados en la confianza. El origen y administración de los mínimos recursos que aportan a la construcción del proyecto utópico de la Asamblea en general y del encuentro reciente de Iquique en particular, se hicieron públicos desde siempre y en específico se hizo llegar a todos/as y cada uno/a de los/as participantes en Iquique, a través de casi todos los documentos previos que acompañaron la invitación al mismo, especialmente fueron parte de las informaciones del Programa entregado en forma impresa al acreditarse, junto a otros materiales. Así se registra en nuestra página. Lo reiteramos una vez más acá: Los recursos los proporciona una Fundación Privada llamada Charles Leópold Mayer para el Progreso Humano - FPH, con sede en París, su página.
El representante de la misma hasta ahora, para la coordinación con el Cono Sur, ha sido el compañero Gustavo Marín, quien habló como tal en la plenaria inaugural de la Asamblea (viernes 5 de noviembre en la mañana) y dijo explícitamente lo mismo que en todos los documentos: “que la FPH, entre otras cosas, apoya con recursos a la Asamblea”. La mínima estructura organizativa que sostiene el proyecto y administra esos recursos han sido tres compañeros de una coordinación general (que reemplazan más o menos desde hace un año a un solo compañero que cumplía esa función antes), que cuenta con la confianza de la Fundación y Gustavo. Más un soporte comunicacional (páginas y listas) y metodológico. Los recursos tienen un claro origen privado, no público ni estatal. Por lo cual son quienes los aportan quienes deciden, a su criterio, quienes y cómo los administran. En nuestro caso, es en la Asamblea Cono Sur tal cual funciona hasta ahora, incluyendo el encuentro al que gentilmente todos/as los/as convocados/as aceptaron enriquecer con su participación. Por supuesto, estos criterios son dialogados muy amplia y fraternalmente, como es el caso por ejemplo de las consultas que se hicieron a todos/as y cada uno/a para definir el programa del reciente encuentro Asamblea de Iquique (también registrados en nuestra página). Sin embargo, en última instancia, son quienes aportan sus recursos privados quienes tienen la última palabra de a quién entregar la responsabilidad de proponer, administrar y ejecutar. Y los espacios de construcción de redes, de reflexión, de formación de cuadros y pueblos para una ciudadanía emancipatoria, de actividades y de encuentro hacia una nueva gobernanza, son propuestos y construidos con quienes voluntariamente los valoran y aceptan como útiles, en esos términos. Uno de los aprendizajes obtenidos es que es necesario ser más explícitos en esto.
- Los recursos son necesarios, pero la confianza, el compromiso y la responsabilidad con el proyecto utópico es lo importante.
La FPH contribuye financieramente a estos procesos de Asamblea en diversas regiones del mundo pero la contribución financiera externa no es la más importante porque los recursos, no sólo humanos y logísticos, sino a menudo también financieros aportados por las múltiples y diversas organizaciones locales en los cuatro países (Perú, Bolivia, Argentina y Chile) son mucho más importantes. Eso a menudo no se valoriza, pero por ejemplo, ¿qué precio tiene el tiempo, el esfuerzo, las preocupaciones que tuvieron muchos/as compañeros/as para organizar la asamblea? ¿Cuánto vale el costo del “soroche” que tuvieron las compañeras y compañeros argentinos atravesando la cordillera? ¿Cuánto las muchas horas de espera demás de la delegación peruana ante el imprevisto del accidente de su bus? ¿Cuánto las preocupaciones de los responsables de las delegaciones equilibrando decenas de caracteres y personalidades, enfrentando cientos de dificultades e imprevistos? ¿Cuánto la buena voluntad y esfuerzos de numerosos/as compañeros/as que espontáneamente corrieron a subsanar dificultades y limitaciones, a contribuir de muchas formas al éxito de la jornada colectiva? ¿Cuánto el sueño y la salud de compañeros que durmieron apenas unas horas por días, y en algunos días apenas media hora, para recibir delegaciones que llegaban de madrugada y que todo estuviera listo al día siguiente? Eso no tiene precio.
Hubo compañeros/as, especialmente quienes apenas se integraban por primera vez al proceso y no repararon en las informaciones al respecto que se difundieron en varias instancias (como se señaló anteriormente), que hicieron de la “solicitud de cuentas de los recursos” un tema central de su participación en la Asamblea. Insistimos en que la Asamblea, como proceso y como estructura organizativa, se construye sobre las confianzas. Consideramos que quien tiene dudas, quien no tiene esa confianza, simplemente no debería haber aceptado una invitación a Iquique, es decir, no haber hecho uso de recursos que no le parecen o no le convencen sus orígenes y administración. Ésa es la primera consecuencia que se debe tener, si uno/a realmente está tan preocupado de los recursos. Nosotros nos movemos con otros valores, incluidos los financieros. ¿Qué precio tiene la confianza que nos tenemos? Obviamente “eso” no tiene precio. En esto de las cuestiones financieras, la FPH y en particular quienes forman la estructura organizativa de la Asamblea no funcionan con criterios mercantiles, ni burocráticos, sino de respeto y cumplimiento de la palabra y los compromisos colectivos, en relación a lo central y fundamental, los objetivos utópicos de liberación, la acción y la reflexión emancipatoria. Este núcleo organizativo central, que actúa como un punto focal, por su compromiso, responsabilidad y trabajo, tiene y tuvo de hecho la legitimidad para armar el proyecto programático del encuentro de Iquique, con apoyo de las demás organizaciones. Por eso, los compañeros de las Asambleas hermanas del mundo y de la FPH participaron como invitados fraternos, para juzgar directamente, por ellos mismos, hasta qué punto y de qué forma los responsables de la Asamblea cumplieron los objetivos y acuerdos colectivos. Esa evaluación, según sus palabras literales, es que “se cumplió más de lo previsto y soñado, con una Asamblea de Ciudadanos del Cono Sur en Iquique que es un hecho histórico inédito, sencillo y humilde por supuesto, pero inédito carajo! Se inscribe en las hazañas pioneras de un Luis Emilio Recabarren y en los mineros y mujeres que lucharon por la justicia y la libertad e inmolaron sus vidas cocidos por los hornos de las salitreras y las balas de los opresores. Eso no tiene precio. No se puede comprar con nada porque es una afirmación ética profunda”.
Uno de los aprendizajes obtenidos es que es necesario ser más explícitos en esto.
II.- La crisis de civilización nos habita
La crisis múltiple, financiera, de representación y orden político, socio ambiental, ética, etc., es decir, la crisis de la civilización capitalista moderna, no es sólo un afuera, sino que está también dentro nuestro, quienes conscientemente buscamos superarla. Este es uno de los principales aprendizajes que nos deja la Asamblea de Iquique en noviembre pasado como herramienta de reflexión, mejor aún de auto reflexión, para afinar la puntería en los siguientes pasos del camino. Mucho de lo que criticamos, con justa razón y argumentos, en el afuera y por encima de los pueblos, a quienes tienen el poder y la autoridad, los que malgobiernan, nos habita cotidianamente, es no sólo una cuestión política, sino profundamente cultural y psicológica. Se nos aparece así la autocrítica, como condición y punto de partida de la crítica. No sólo las deficiencias y limitaciones antes apuntadas aquí, sino el hecho por ejemplo de que casi todas las actividades del programa de Iquique contaron con un alto porcentaje de ausentismo y, más significativo aún, casi todas debieron empezar más tarde de lo programado por un alto porcentaje (no menor del 40%) de compañeros/as delegados/as que llegaban tarde a ellas. Incluso de compañeros/as que simplemente se dedicaban a hacer otras actividades distintas y paralelas a las del programa. Nos hablan de que el formato “Foro social”, donde cada cual participa a su criterio y medida, según le parezca, sin mayores responsabilidades con el proceso, es demasiado fuerte todavía y estamos iniciando el intento de ocupar también un formato de Asamblea, que implica responsabilidad y compromiso con el conjunto. Creemos que esto es necesario, más aún imprescindible, para superar la actual crisis de civilización. Valoramos altamente este aprendizaje de la Asamblea en el sentido de mostrarnos concretamente que la “ciudadanía”, como nosotros la hemos entendido, es decir, como participación responsable, comprometida y activa, no es sólo un problema de falta de voluntad del poder, sino también de nosotros/as mismos/as como pueblos y ciudadanos/as que debemos crecer mucho más todavía en esa responsabilidad, compromiso y participación. Es natural, somos pueblos y ciudadanos transitando de la negación y la exclusión hacia el protagonismo, una lucha nada fácil, más bien heroica. Pero es muy importante ser conscientes de que esa lucha ha de librarse también imprescindiblemente en nosotros/as mismos/as.
III.- La pluralidad y diversidad son al mismo tiempo nuestra mayor riqueza y nuestro mayor desafío
Otro muy valioso aprendizaje, fundamental para la comprensión de la actual crisis y la construcción de alternativas de superación, es la tensión entre la pluralidad y diversidad, por un lado, y la común-unidad por el otro. Complementariedad necesaria que ha avanzado mucho en nuestras conciencias y abordajes discursivos, pero que también exige aún mucho más auto conciencia y auto reflexión individual y colectiva. Nuestra Asamblea nos mostró con claridad concreta y práctica la dificultad enorme en lo cotidiano de avanzar a la articulación armoniosa de nuestras felices y enriquecedoras diferencias. La larga e histórica exclusión y negación de nuestras identidades e intereses específicos, diversos y plurales, por poderes e ideologías coloniales universalistas, han traído por reacción una actitud nuestra que enfatiza estas identidades e intereses por encima de la complementariedad, el conjunto, la articulación y la comunidad. Así lo mostró el escaso interés mostrado a veces en las acciones y reflexiones de los demás talleres temáticos fuera del propio, o en las plenarias, incluso aún dentro de los mismos talleres temáticos, mostrando escaso interés en las reflexiones, propuestas e intereses de los demás y preocupación únicamente por las propias. Una vez más, se mostró fuerte el formato “Foro Social”, el cual consideramos valioso, imprescindible, pero que tiene la limitación justamente de reforzar esta desarticulación e incapacidad de generar espacios de construir lo común a partir de lo plural y diverso. Y nos llama a apuntar mejor a superar esta limitación, a generar de mejor manera los espacios de intercambio, articulación y complementariedad de nuestras enriquecedoras diferencias, empezando por la conciencia y auto reflexión personal y colectiva de este problema que nos habita.
El riesgo de que nuestras legítimas identidades, saberes e intereses nos lleven a la fragmentación, peor aún, a una negación y exclusión inconscientes de los otros diferentes, a considerarlos de menor valor, a llevarnos a la arrogancia y la soberbia “progresista”, es un obstáculo a la construcción de una gobernanza emancipatoria, y exige niveles superiores de auto conciencia, generosidad y valoración hacia los/as demás. Precisamente, en esa dificultad, se situó nuestra Asamblea de Iquique en noviembre, en la que en algunos casos hubo dificultades con los coordinadores de los talleres que fueron muy rígidos y a veces excluyentes, e incluso se llegó a un caso de maltrato de compañeros/as por parte de alguien que asumió la coordinación de una tarea. Sin embargo, la actitud predominante general respondió al criterio colectivo de dar pasos adelante, pasos decididos, auto concientes y comprometidos, hacia la articulación respetuosa de la diferencia, dejándonos un gran aprendizaje en esta tensión compleja donde se juega mucho de la capacidad de construir lo nuevo para la liberación.
IV.- Lo que sigue
En la actualidad, nos encontramos en un período de ajuste y readecuación, del cual esta evaluación esencial es parte. Sabemos que múltiples iniciativas de los/as muchos/as compañeros/as y hermanos/as integrados al proceso de Asamblea se están dando por todo el Cono Sur en el mismo momento que escribimos estas líneas. Nuestro compromiso de construir el proceso a partir de ellas se sostiene y buscamos mejorarlo, superando limitaciones. Muy importante son las próximas reuniones de articulación regional y global en marcha en las cuales muchos/as compañeros/as y hermanos/as están participando. Numerosos encuentros en preparación de Río+20 en mayo de 2012 se realizarán durante este año. Para ello, hemos querido adjuntar también a este documento un útil trabajo de discusión de los compañeros del Foro para la Nueva Gobernanza Mundial. El encuentro Mundial de Migrantes en la isla de Goreé y el Foro Social Mundial en Dakar, se realizarán en África en apenas unos días después de publicado este documento. En octubre en Bariloche se realiza un importante encuentro de Mujeres.
Somos simultáneamente utópicos y realistas, avanzamos paso a paso. Sabemos que debemos seguir conectados en ese camino, especialmente dando continuidad a los acuerdos emanados de la propia Asamblea de Iquique.
En primer lugar, vamos a acercar y poner en común las experiencias, lo inédito, las propuestas, los bocetos de cada Asamblea actualmente surgiendo en varias regiones del mundo, juntando sus facilitadores y los informes de cada uno de sus procesos. Será una etapa de articulación, de concientización mutua, de maduración y de redibujo de las futuras etapas de las Asambleas como procesos articulados entre sí desde lo local hasta lo mundial.
En segundo lugar, proponemos realizar un encuentro en Bolivia en el marco de los trabajos de la Asamblea Ciudadana del Cono Sur en preparación a Rio+20, donde los/as conosureños/as levantamos las propuestas que llevaremos a Rio+20. Y lo hacemos como una contribución de nuestra Asamblea Ciudadana. Esto puede ser en marzo o abril de 2012, para llegar muy frescos a Rio+20 en mayo.
Para eso, antes es necesario realizar una reunión de trabajo preparatoria durante este 2011.
Dejamos este documento como un insumo para todo ello, construido colectivamente en Iquique en noviembre, con los aprendizajes, criterios y líneas fundamentales que enriquecen y guían los siguientes pasos del camino.
Fraternal y popularmente, los abrazamos y seguimos
Coordinación General Asamblea de Ciudadanos/as del Cono Sur
Documentos
Evaluación preliminar de la Asamblea de Iquique
. Documento PDF - 123 KB
Evaluemos Iquique - mapa sintético
. Documento PDF - 752.2 KB
Detalle de las evaluaciones de Iquique
. Documento Excel - 68 KB
En camino a Río+20
. Documento PDF - 102.2 KB