Portada
¿Qué es?
vdifiore, 13 de junio de 2008
¿La asamblea regional de ciudadanos del Conosur, qué es?
Los desafíos epocales
Un nuevo e inédito contexto de cambios, transformaciones y crisis, en marcha en el ámbito mundial y particularmente regional en el cono sur de América Latina, genera múltiples y complejos problemas para la adecuación de las comunidades políticas, expresadas en tensiones y choques, tales como: las relaciones entre sociedad y medio ambiente, Estado y mercado, actores civiles y públicos, fenómenos de carácter regional y abordajes limitados nacionalmente, urgencias de inclusión y procesos excluyentes, entre muchos otros.
Simultáneamente, y esto es de la mayor importancia, estos fenómenos problemáticos generan las posibilidades (más aún, muchas veces lo imponen) para el surgimiento de nuevas formas de pensar y hacer, tanto política como social y culturalmente. Actores ciudadanos de diversa índole llevan adelante prácticas y reflexiones de re-creadas formas de saber y hacer sociales, que enriquecen un acumulado regional en el que conviven consensos generales con particularidades específicas.
Sin embargo, estas experiencias, sentimientos e ideas, están insuficientemente conectadas y cooperadas inter-regionalmente, particularmente en el cono sur. Todavía, las barreras políticas, sociales y culturales nacionales frenan un dialogo más fluido, logrando muchas veces imponer visiones, discursos y prácticas de segregación u oposición, reforzando antivalores y conceptos dañinos socialmente, dificultando o contrariando un proceso integrador de nuevo tipo.
Resulta, entonces, útil, necesario, e incluso urgente, desarrollar procesos que articulen y potencien estas oportunidades, al tiempo que combatan y aminoren los riesgos y bloqueos que la realidad presenta para una integración regional de nuevo tipo para el cono sur. Que aumente cuantitativa y cualitativamente los diversos vínculos de reciprocidad y cooperación inter-regional entre todos los tipos de actores civiles y públicos, alimentando el conocimiento mutuo, el intercambio de experiencias, la síntesis de saberes y reflexiones y la acción conjunta, como estímulo y sustentación, a la vez, de las tendencias a la integración regional de nuevo tipo.
Conjuntamente, se impone la participación protagónica de los pueblos en la agenda política de la integración regional. Realidades en marcha, tales como las migraciones compulsivas, los crecientes y omnipresentes flujos comunicacionales y de ideas, la trasnacionalización del consumo, de los procesos productivos y subsecuentemente del empleo, las amenazas bélicas, medioambientales y de pandemias, entre muchas otras, rebasan la exclusividad de los puros actores político institucionales como agentes de la política exterior en general y de la integración regional en particular; nos convierten necesariamente a todos/as en agentes de las relaciones internacionales.
Necesitamos traducir estas realidades (objetivas) en sentidos colectivos (conciencia, subjetividad). No solo porque la política exterior está anclada a la interior, encuentra sustento y legitimidad sólo si el gobierno que la implementa tiene apoyo interno, de modo que la integración regional como política exterior y la justicia social y la inclusión al interior de cada país aparecen como mutuamente condicionadas, sino también porque una verdadera integración regional sólo es posible si la vivimos cotidianamente como práctica ciudadana, como estructura cultural del hombre y la mujer comunes, lo cual además dejará sin espacio a las agendas ocultas de los diversos poderes fácticos que sustentan –y se esconden detrás de- discursos chauvinistas y anti integradores. Para ello, construimos este proceso de “Asamblea Regional de Ciudadanos del Cono Sur”.
Itinerario y horizonte
I Objetivos
1.- Una Asamblea regional de ciudadanos es un proceso que se desarrolla a lo largo de 12 meses por lo menos.
Su objetivo es hacer que surjan, de todos los medios sociales y profesionales de una región, una visión y algunas perspectivas frente a las mutaciones del siglo XXI, estableciendo luego un diálogo entre las perspectivas de unos y otros para que surjan prioridades y estrategias en común.
2.- La globalización, la interdependencia irreductible entre las sociedades y entre la humanidad y la biosfera, requieren nuevas regulaciones democráticas. Éstas, por su parte, necesitan una renovación de las herramientas de la democracia y nuevas formas de interacción entre lo local y lo global para que los ciudadanos, individual y colectivamente, no se sientan impotentes frente a problemas nuevos cuya escala y complejidad los sobrepasan.
3.- La Asamblea Regional de Ciudadanos permite elaborar un pensamiento colectivo sobre el futuro de la región, inscribiéndola dentro de una visión todo el planeta.
La Asamblea Regional se inspira de tres principios fundamentales: nos esperan cambios de gran envergadura que hay que identificar y preparar; la construcción de perspectivas comunes parte de la conciencia de la diversidad geográfica y socioprofesional de las situaciones y los puntos de vista, la base de la democracia radica tanto en la manifestación de los desacuerdos, como en la identificación de valores, intereses, desafíos ycompromisos en común, que son los cimientos de la comunidad y los elementos fundadores de la convivencia.
II. El programa y la agenda
El proceso de una Asamblea Regional de Ciudadanos se basa en un itinerario que incluye las siguientes etapas.
La etapa de diagnóstico y de evaluación de las perspectivas comunes y las contradicciones de cada organización a nivel local y regional.
La etapa de puesta en común y la elaboración de estrategias convergentes.
La etapa de retorno a las situaciones particulares y elaboración de planes de acción.
La primera y segunda fases son, sobretodo, fases de diagnóstico, de expresión de las convergencias y las contradicciones entre las diversas organizaciones, de análisis de las relaciones entre reflexiones locales e internacionales.
La tercera fase, la Asamblea propiamente dicha, es la fase de identificación de los desafíos en común, de confrontación de las experiencias, de concepción y elaboración de las grandes líneas de cambios a emprender. Concluye con la adopción de una agenda y una Carta de Responsabilidades de los Ciudadanos. Es la fase de mayor intensidad que reúne -durante varios días- a varios miles de personas.
La cuarta fase es sobretodo operacional: intenta identificar los “primeros pasos” concretos que cada uno emprenderá.
III. Método
La descentralización de las iniciativas, distribuidas en las diversas organizaciones socioprofesionales y los territorios, presupone la adopción de herramientas metodológicas en común y, en consecuencia, de los recursos humanos y técnicos correspondientes.
Preparación de las guías metodológicas (las etapas de un trabajo por organización y por territorio ; la realización de fichas de experiencia ; la utilización de un programa informático de síntesis cartográfica, la creación del sitio web “Asamblea regional de ciudadanos”, la coordinación de foros internet, la elaboración de los cuadernos de propuestas, la discusión de una Carta).
Establecimiento de una base de documentos, textos, videos, fotos…
Difusión y popularización de la idea, apoyándose en los medios de comunicación, las instituciones públicas, las colectividades locales y la red asociativa.
Constitución de un equipo de recursos humanos capaces de coordinar los procesos locales y las sesiones de capacitación para dichos recursos.